TERAPIA FOCALIZADA EN LA EMOCIÓN
Emotionally focused therapy (EFT) es un enfoque estructurado para la terapia de pareja e individual, desarrollado en los años ochenta por Sue Johnson y Les Greenberg para ayudar a personas y parejas que necesitaban reconectar emocionalmente.
Actualmente, existe un importante cuerpo de investigación que describe la efectividad de EFT. Quizás por esta base empírica y pragmática, es una de las terapias de pareja con mayor efectividad: Cuando la TFE es llevada a cabo por un/a terapeuta que domina el modelo, la tasa de éxito (las parejas consideran que su relación se ha recuperado) alcanza el 70- 75% y la de mejora significativa (las parejas consideran que su relación ha mejorado significativamente), es de cerca del 90%.
La TFE se desarrolla a partir de la Teoría del Apego (John Bowlby), y reconoce el papel fundamental que las emociones tienen en la organización, tanto de nuestra experiencia interna como de nuestros patrones de interacción con los demás. Además, los terapeutas TFE usan técnicas provenientes de la Terapia Sistémica – Estructural (Salvador Minuchin) y de la Terapia Experiencial – Humanista (Carl Rogers).
La Terapia Focalizada en las Emociones busca ayudar a las parejas a reconectar emocionalmente y fortalecer su vínculo afectivo. Se centra en identificar y transformar los patrones de interacción que generan malestar, distancia o conflicto, promoviendo una comunicación más segura, abierta y empática.
En lugar de centrarse únicamente en los problemas de superficie —como las discusiones recurrentes o la falta de deseo—, la EFT trabaja con las emociones más profundas que subyacen en la relación: aquellas que muchas veces no se expresan, pero que influyen en cómo nos sentimos y actuamos con nuestra pareja. El objetivo es crear nuevas formas de encontrarse emocionalmente, donde ambos miembros puedan sentirse vistos, comprendidos y aceptados.
Es una terapia eficaz y respaldada por la investigación, especialmente útil en casos de:
- Distanciamiento emocional o sensación de soledad en la relación
- Conflictos repetitivos que no terminan de resolverse
- Heridas relacionadas con traiciones, rupturas o falta de confianza
- Desequilibrios en la expresión de afecto, deseo o necesidades
- Dificultad para comunicarse sin escalar al reproche o la retirada
A lo largo del proceso, se crean espacios seguros para que cada persona pueda expresar su vulnerabilidad sin miedo, y para que la pareja pueda volver a reconocerse como un equipo.
Violeta Alcocer 